Es un documento que hace un recuento descriptivo de la situación demográfica por la que atraviesa la región Latinoamericana en materia de envejecimiento, un proceso que sin duda tiene cada vez mayor presencia y que ante las tendencias actuales es irreversible. Y que bien señala que los procesos y transiciones demográficas que tiene cada país de la región se encuentran en distintos estadios de evolución y desarrollo.

El documento aborda los cambios que se han registrado en mejoras de la calidad de vida de la población y el consecuente aumento de la esperanza de vida, así mismo señalando las asimetrías propias de la región, que dan cuenta que algunos países superan la esperanza de vida de 80 años y en algunos otros está por debajo de los 70 años. Sin duda algo que se debe resaltar aquí, es que el incremento de la esperanza de vida no debe ser presentado como un elemento que compromete la sostenibilidad financiera de los estados, sino que debe ser señalado como un logro humano, estamos ante un panorama donde un ser humano que nace aspira a vivir la mayor vida posible en la historia de la humanidad.

Se hace alusión a las pensiones, como elemento de protección económica para las personas que se retiran de la vida laboral; desafortunadamente en la mayoría de los estudios que se encuentran en la literatura sobre esta temática, se tiene una visión muy sesgada a la perspectiva económica, se habla de sostenibilidad y de retiro de la vida laboral; sin embargo, hay que señalar, que la jubilación no debe implicar un retiro de la vida, como tal parece funcionar en la vida diaria de nuestra realidad. La importancia de hablar de identidades humanas y no de identidades laborales permitiría ilustrar la jubilación como un proceso propio del curso de vida.