En las últimas dos décadas en la región latinoamericana y el Caribe han acontecido transformaciones sociales y económicas derivadas de la adopción y expansión masiva de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Esto como parte de los cambios en el consumo y los procesos productivos no solo en la región, sino en el mundo. A éstos se les denomina digitalización, que se define como “la capacidad de la población y el sistema económico de un país para usar tecnologías digitales que permitan generar, procesar y compartir información de manera eficiente. Estas tecnologías digitales incluyen la informática, y las telecomunicaciones fijas y móviles (en especial la banda ancha)”.

Los procesos de la región han seguido caminos y patrones de acuerdo a las características particulares de cada país, ya que la marcada heterogeneidad no permite que los procesos de digitalización sean iguales. Es importante destacar esto ya que el análisis de comparación de la región nos lleva a encontrar países con una adopción e implementación de la digitalización mucho más desarrolladas que otros, lo que implica poner particular atención en la ejecución de las políticas públicas de inversión y fomento del uso de las tecnologías así como el alcance de la infraestructura.

Al inicio de la pandemia de la COVID-19 a finales del año 2019 y su rápido avance por todo el mundo, permitió vislumbrar la importancia de las TIC, ya que como respuesta inmediata los grandes organismos internacionales encabezados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por los ministerios o institutos de salud representantes de cada país, comenzaron a recomendar y a aplicar medidas extraordinarias de distanciamiento social para tratar de contener la enfermedad. Hecho que incrementó el uso de Internet y de diversidad de herramientas digitales como las aplicaciones diseñadas no sólo para el entretenimiento, sino aquellas creadas ante la emergencia sanitaria, que han sido de un gran beneficio para enfrentar la pandemia ya que una mayoría importante de las actividades productivas se trasladaron al teletrabajo y con ello el uso de dispositivos electrónicos que permitieran dar continuidad a las actividades. Los sistemas de salud que constantemente se han visto en riesgo de colapso debido a la saturación hospitalaria, se han beneficiado también de estas tecnologías, principalmente por el uso de aplicaciones y herramientas de inteligencia artificial (IA) que han generado conocimiento agregado de la enfermedad a través de la recopilación de datos. Asimismo, el fomento de la telemedicina ha sido un factor decisivo para evitar el colapso de los sistemas de salud, permitiendo primero que los pacientes no graves por COVID-19 puedan tener un seguimiento y monitoreo a distancia de su recuperación y segundo que los médicos que han decidido no exponerse al contagio en una sede presencial, puedan seguir dando consultas cuando su especialidad así lo permite, lo que ha evitado aglomeraciones hospitalarias dando prioridad a las emergencias médicas y a los pacientes graves por la COVID-19.

Esta nota técnica tiene como objetivo examinar el proceso de adopción de la digitalización en la región de América Latina y el Caribe (ALC), con énfasis en la respuesta a la pandemia por la COVID-19 mediante el uso de las tecnologías de la información. Para ello el documento se organiza en tres apartados más además de esta introducción. En el segundo se hace un análisis de la brecha digital como precedente de la digitalización en la región, en el tercero se estudian las herramientas tecnológicas que han sido utilizadas para enfrentar a la enfermedad y tratar de minimizar sus impactos económicos y sociales y en el apartado cuarto se presentan algunas conclusiones.